¿Por qué es importante la batalla contra el polvo?

En nuestra sociedad existe cada vez más una constante preocupación por mejorar el bienestar y proteger la salud de nuestras comunidades. Tanto las empresas como los particulares se ven constantemente enfrentados al desafío de trabajar por el bien de su entorno y proteger tanto su propia salud como la de quienes les rodean.

En este contexto es que, la contaminación por polvo en suspensión se ha vuelto un problema que genera una búsqueda de soluciones efectivas que mejoren la calidad de vida de las comunidades y sus entornos.

Para saber qué es la contaminación por polvo en suspensión y por qué es tan importante en nuestro tiempo, te invitamos a seguir leyendo..

 

Qué es la contaminación por polvo en suspensión

La contaminación por polvo suspendido es la dispersión de partículas sólidas en el aire y, es de particular importancia la que ocurre en los ambientes de trabajo.

La composición del polvo es importante ya que, según el tipo o tamaño de partículas los efectos del polvo sobre la salud pueden ser más o menos graves.  Es importante aclarar que no hay polvo en suspensión inocuo, pues toda exposición a polvo suspendido supone un riesgo.  En general, el polvo provoca irritación de las vías respiratorias y tras exposiciones repetidas puede dar lugar a bronquitis crónica y, según su composición, pueden provocar enfermedades específicas (amianto, sílice, plomo, madera) o, inclusive pueden ser explosivos en ambientes confinados en presencia de una chispa (carbón, harinas, leche en polvo, caucho, aluminio, etc).

 

Es importante saber que las partículas pequeñas son las más peligrosas, estas permanecen más tiempo en el aire y pueden penetrar hasta los lugares más profundos de los bronquios. El mayor riesgo está entonces en el polvo que no se ve. Por esto es que no suele medirse el total de polvo atmosférico sino el llamado polvo respirable o PM2,5, que corresponde a la fracción de polvo que puede penetrar hasta lo más profundo de los pulmones.

 

Cantidad de polvo en el ambiente

 

Algunos problemas pueden identificarse sin necesidad de mediciones, en industrias como la minería o agricultura las nubes visibles de polvo son habituales. También existen partículas de polvo en suspensión originadas por, los escapes de máquinas o de instalaciones, acumulación de polvo en suelos o paredes, incorrecto funcionamiento de extractores, etc. Sin embargo, la forma de saber con exactitud cuánto polvo particulado hay en suspensión, es pesando el polvo recogido de una muestra de aire mediante filtros apropiados. Se separa la fracción respirable y se mide su masa (en mg/m3) por un método denominado gravimetría. La toma de muestras puede hacerse por medio de muestreadores personales (la persona lleva consigo el aparato) o mediante muestreo estacionario (aparato fijo en un punto).

 

Exposición al polvo suspendido y sus riesgos

 

La exposición al polvo suspendido genera serios problemas a la salud y, en el lugar de trabajo es un problema que se observa diariamente en diversas actividades como la Agroindustria, Fundiciones, Laboratorios, Minería, Panaderías, etc., siendo la principal causa de enfermedades respiratorias como el asma, bronquitis crónica o el enfisema pulmonar.

Entre las enfermedades pulmonares que afectan más comúnmente a los trabajadores destaca la silicosis, que se genera por la inhalación de polvo que contiene sílice cristalina. La silicosis es inhabilitante, progresiva e irreversible pudiendo causar invalidez física y la muerte.

 

El riesgo de exposición al polvo se puede ver incrementada por condiciones de trabajo que provoquen un aumento de la respiración, como el calor, esfuerzo físico, estrés, etc. Si además de polvo suspendido, existen gases o vapores en el ambiente, éstos pueden impregnar las partículas de polvo y pueden potenciar su peligrosidad. Asimismo, puede ocurrir una contaminación química adicional del polvo suspendido por la manipulación de materiales (p.e. tintes, aprestos o metales pesados), que pueden generar un aumento de la toxicidad. Por último, hay que considerar las características personales de las personas expuestas, sus posibles enfermedades pulmonares previas, así como el hábito de consumo de tabaco.

Hay una serie de enfermedades específicas relacionadas con los distintos tipos de polvo y el tamaño de sus partículas. Entre los efectos nocivos conocidos, se tienen:

 

 

Efectos respiratorios

•  Neumoconiosis: silicosis, asbestosis, neumoconiosis de los mineros del carbón, siderosis, aluminosis, beriliosis, etc.
•  Cáncer pulmonar: polvo conteniendo arsénico, cromatos, níquel, amianto, partículas radiactivas, etc.
•  Cáncer nasal: polvo de madera en la fabricación de muebles y polvo de cuero en industrias de calzado.
•  Irritación respiratoria: traqueítis, bronquitis, neumonitis, enfisema y edema pulmonar.
•  Alergia: asma profesional y alveolitis alérgica extrínseca (polvos vegetales y ciertos metales).
•  Bisinosis: enfermedad pulmonar por polvos de algodón, lino o cáñamo.
•  Infección respiratoria: polvos conteniendo hongos, virus o bacterias.

 

Intoxicaciones o Envenenamiento

• Intoxicación por metales pesados: el manganeso, plomo, cadmio y otros metales pesados pueden pasar a la sangre una vez inhalados como partículas y causar envenenamiento o toxicidad.

Otros efectos

•  Lesiones de piel: irritación cutánea y dermatosis.
•  Conjuntivitis.
• Riesgo de explosión: las materias orgánicas y metales sólidos pulverulentos, dispersados en el aire en forma de nube, pueden arder con violencia explosiva en presencia de una chispa. Tal es el caso de fábricas de harina, azúcar, piensos, pulido de metales, etc.

Por lo anteriormente expuesto, para las empresas será de vital importancia detectar el origen de las emisiones de polvo e identificar sus características para proteger al colectivo de trabajadores, lo que permitirá lograr un ambiente de trabajo libre de polvo y seguro para su salud.

 

Para zonas externas, expuestas a la acción de los vientos o confinadas con movimientos, hemos creado  KEMOR, que aglomera las partículas de polvo utilizando el poder gelificante de sus componentes. KEMOR es un  producto de origen orgánico, no tóxico, biodegradable, dispersable en todo tipo de aguas, de fácil aplicación y que forma láminas superficiales que se profundizan con el tiempo.

 

Sabemos y entendemos que existen otros problemas derivados de la dispersión de polvo en el aire que afecta la productividad de las empresas y que no necesariamente afecta la salud humana, pero nuestro primer artículo hemos decidido enfocarlo en la salud humana, pues creemos que las personas son el recurso más importante  para cualquier organización.

 

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