Efecto invernadero
Este efecto, aunque no hacemos más que escuchar cosas negativas sobre él, impide que parte del calor que se recibe del sol se escape y retorne al espacio. Este calor se queda permitiendo que la Tierra mantenga cierta temperatura apta para la vida. Gran cantidad de los gases son realmente necesarios para mantener cierta temperatura. Sin embargo, las desproporciones que existen actualmente están causando el efecto contrario.
La combustión de elementos derivados del carbono hace que los gases contaminantes suban los niveles creando cierta alarma. Debido a ello el planeta se calienta más de lo que debe, puesto que la capa de ozono ya no tiene la suficiente protección que tenía.
El ozono es un derivado del oxígeno que se produce debido a la electricidad y se ubica en la parte superior de la atmósfera.
Contaminantes naturales
Existen varios factores naturales que también provocan la contaminación. Los incendios, por ejemplo, arrojan partículas como gases o sustancias que van evaporándose por la atmósfera y estos se llaman contaminantes orgánicos volátiles. Las partículas de polvo fruto de erosiones que provienen del suelo, hacen que aumenten los niveles de partículas en la atmósfera.
Los volcanes en actividad proyectan dióxido de azufre y grandes cantidades de ceniza volcánica.
Consecuencias
Además de la contaminación ambiental, el calentamiento global y la destrucción de la capa de ozono, existen muchos factores que dañan seriamente la salud.
Los expertos han demostrado el vínculo que existe entre la contaminación y algunos efectos que se generan en la salud. Problemas serios en funciones respiratorias, ataques cardíacos, cierta vulnerabilidad en el sistema inmune…
El asma y las alergias, en muchas ocasiones, son problemas causados por los elevados niveles de contaminación. Donde más se aprecia es en zonas urbanas, donde la contaminación es mayor.
